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En muchos aspectos, el mundo actual es muy diferente de lo que era hace un año. La relevancia del desarrollo de ciertas habilidades en los líderes de las organizaciones ha surgido con una fuerza importantísima en estos tiempos de cambio. Muchos de esos cambios han llegado para quedarse. Y lo que no podrá permitirse ningún líder es dejar de lado dichas habilidades, cuando todo esto pase y sea solo un recuerdo. Pero también resulta indispensable aprovechar este momento tan particular para transformarnos en mejores líderes, comprendiendo que nuestras decisiones impactan sobre todos los grupos de interés que nos rodean.

Probablemente, ninguna otra crisis reciente haya desvelado la carencia de un nuevo tipo de liderazgo, ético y sustentable, como la derivada por el COVID-19. Las empresas buscan estas nuevas habilidades en sus líderes a la hora de sumar nuevos tomadores de decisiones, y en las búsquedas se requiere, por tanto, mayor nivel de profesionalismo, gestión del cambio y del conflicto, conectar con el propósito, y una verdadera conciencia sistémica. No basta con gestionar. Hoy se demandan líderes con un nivel alto de compromiso con el bien común. Deben consolidar equipos de trabajo y también fortalecer la dignidad y desarrollo personal de los empleados; alcanzar los objetivos económicos respetando y conservando los recursos del planeta.

Un líder sustentable entiende que su capital humano, su gente y sus colaboradores están ahí para ser orientados, acompañados. Un líder sirve a su equipo. Es importante que cuente con una visión de compromiso real con la organización, creando una visión que inspire a aquellos que trabajan para ella y alrededor de ella a participar activamente en metas claves, objetivos y la misión general. Que sean capaces de evaluar rápidamente la brecha entre la alta dirección y los colaboradores, y pensar en estrategias innovadoras para animar a los equipos a actuar y sentirse satisfechos como grandes contribuyentes al éxito de la organización.

Es relevante en las empresas la comunicación interna, determinada en gran medida por sus líderes. Por ello es necesario que sean capaces de comunicar sus emociones, sus pensamientos, y que estén totalmente sincronizados con los mensajes entregados y recibidos. Un líder debe tener la capacidad de comunicarse eficazmente en todos los niveles de su organización y con todos los grupos de interés que en alguna manera tienen incidencia en las decisiones que toma.

Este liderazgo es transversal al proceso e integra el paradigma sustentable a la gestión, involucrando a todos de manera que estos intereses sean incorporados legítimamente a la cultura corporativa. La función primordial del mismo es la salud general de los valores, los principios que de ellos nacen y una vocación de servicio por los intereses de los grupos de interés.

En tiempos difíciles es cuando más hacen falta personas que puedan gestionar cambios, que se adapten rápidamente a las transformaciones que propone el mercado y que lo comuniquen, para así lograr que toda la organización vaya detrás de los cambios necesarios a través de un liderazgo visionario y sustentable.

Las empresas valoran que sean honestos e íntegros. Si bien los líderes deben ser positivos, cuando las cosas no van bien, la verdad debe ser comunicada, guste más o menos escucharla. Posteriormente, los líderes deben proporcionar la visión y el aliento para llevar adelante la organización.

El liderazgo con visión sustentable es, en definitiva, el conjunto de habilidades gerenciales o directivas que una persona pone en juego a la hora de gestionar su equipo de trabajo y sus relaciones con los grupos de interés, de forma de asegurar la continuidad del negocio contemplando los aspectos sociales y medio ambientales que lo rodean.

¿Cómo serán las empresas post pandemia?, ¿cómo poder predecir y desarrollar este tema si la pandemia no tiene fecha de vencimiento?

A priori podemos decir que su fin estará relacionado con la vacuna, entonces las preguntas son: ¿cuándo estará la vacuna?, ¿será realmente efectiva para eliminar el virus?, ¿podrá el virus mutar y convertirse en otro virus y todo volver a empezar?, ¿la “nueva normalidad” será distinta, o simplemente en el futuro – esperemos cercano- todo será una gran pesadilla del pasado y todo volverá a ser, en las empresas, “normal” cómo era?

¿Cuáles son los recaudos a tomar en una empresa?, difícil responder si la propia OMS se contradice en cortísimos períodos de tiempo, y no los quiero aburrir con los ejemplos, por lo cual el desafío realmente es el siguiente: sin saber cuando la pandemia terminará, en nuestras empresas nos debemos preparar para “convivir con la pandemia” y de eso se trata este artículo, esperando sea de su interés.

Adicionalmente, como dijimos, aún sin haber terminado la pandemia y sin tener fecha de finalización, a esta altura varias empresas de todo tipo y tamaño ya sufrieron su furia, lamentablemente varias cerraron y varias no lograrán sobrevivir por estar en una situación muy delicada, por lo cual nos referiremos a aquellas empresas que estarán “vivas” luego de la pandemia. Recuerden de mi artículo anterior (Management en tiempos de crisis, OB&G MAGAZINE número 1)  “lo importante no es que pase la crisis (pandemia), lo importante es que nuestra empresa exista luego de finalizada la misma”.

Qué decisiones deberá tomar el Empresario (Privado o Estado) después de este primer periodo de pandemia, pero repasemos primero que acciones se tomaron desde el inicio, allá por el 14 de marzo:

# Se mantuvo cerrada o se redujo sustancialmente la dotación de las empresas durante un periodo de tiempo y se inició un proceso de operación, en general comercial, por internet (RRSS)

# Se implementó el tele-trabajo, prácticamente sin ningún control, ni procesos: “a trabajar desde casa, como sea y como se pueda”, sin los artículos básicos como computadora, un lugar apropiado, teléfono y una buena conexión de internet (no es una crítica a ANTEL), sin horarios, con hijos y resto de la familia con tareas a distancia también, etc.

# Se envió parcial o totalmente a los empleados al seguro de desempleo.

# Se focalizó en los procesos comerciales y cobranzas para no cortar las cadenas de ventas y pagos.

# Y mucho más….

Ahora, para aquellas empresas que existirán luego de la pandemia la pregunta es: ¡cómo será la nueva “normalidad  empresarial”?, dado que aún con todos los puntos mencionados previamente, o sea, con menos empleados, con los mismos trabajando desde su domicilio, etc., pasamos la pandemia, y hasta quizás mejoramos nuestra rentabilidad, por lo cual porqué volver al modelo anterior?. Si hacemos lo mismo, tendremos los mismos resultados…

Hemos aprendido, a la fuerza, que el mundo digital puede ayudarnos a ser más productivos, a poder hacer lo mismo que hacíamos con menos recursos (edilicios, viáticos, almuerzos, humanos), entonces, toda esa gente, hoy en el seguro de desempleo, ¿volverá a sus empresas?

Se estima que el desempleo podría crecer a un porcentaje del 13% al 15% y luego bajar gradualmente, parecería que la normalidad futura definitivamente será muy distinta a la previa a la pandemia en lo que a funcionamiento empresarial se refiere.

Ahora, si como empresarios miramos la mitad del vaso lleno, posiblemente estemos frente a una increíble oportunidad de mejorar la productividad y todos los indicadores de la empresa. ¿Cómo?

Pensando estratégicamente como queremos que nuestra empresa funcione, pero tomando como parámetro imaginarnos que la pandemia será por siempre, o sea, si la pandemia nunca terminara, como se transformaría nuestra empresa?, ¿tomaríamos a los empleados que hoy están en seguro de desempleo? SI, pero para un trabajo distinto. Para que generen a la empresa un valor adicional, para que participen de un nuevo modelo de negocios, donde posiblemente no tengan que estar siempre en forma presencial, sino que aprovechando lo aprendido y que sigan trabajando temporal o definitivamente desde sus hogares. Pero para eso hay que implementar procesos de control a distancia. El teletrabajo se mide por productividad, no por horario.

He leído muchos artículos de post pandemia en empresas y se orientan a la limpieza, a la distancia entre escritorio, a la cantidad de personas en una reunión, etc. Todo esto – y pido disculpas por anticipado- me parece “patético”. Es como si la pandemia nos hubiese enseñado, casi únicamente, que debo lavarme las manos al volver a mi hogar. Por lo menos a mí me lo enseño mi abuela, hace muchos años atrás.

Lo que quiero compartir con el lector es que hay temas estratégicos que debemos tomar como enseñanza (no temas obvios de limpieza o volver a temas presenciales que no son necesarios). Si no damos este paso y le “metemos materia gris”, es altamente probable que las estimaciones de desempleo se cumplan o incrementen.

Vamos a un ejemplo concreto, en una de las empresas del Grupo al que pertenezco, que se dedica a la distribución de productos de sanidad animal. Enviamos a los vendedores (5), las veterinarias no les permitían visitas, por lo que se quedaron en sus casas a realizar tareas de gestión de cobranzas vía tele trabajo. Fue altamente exitoso, con un control diario del proceso de cobranzas, los días en la calle bajaron, la productividad creció, y mucho, dado que bajaron los tiempos de contacto, pues en el pasado eran del orden de las 2 a 4hs, que incluían movilidad, espera en ser atendidos, etc. En muchos casos se daba que todo lo anterior ocurría y no se realizaba el cobro porque el dueño no dejó el cheque, etc., en cambio ahora, con el contacto telefónico, todo lo previo se resumió a 15 minutos de comunicación y alta efectividad en el cobro.

A mediados de mayo, los vendedores volvieron a la modalidad presencial, sin embargo cambiamos el proceso y ahora la gestión de cobros se mantiene en forma telefónica. ¿El resultado?: seguimos bajando los días en la calle de las cobranzas vía gestión telefónica y crecieron las ventas porque le pueden dedicar más tiempo.

Entonces, ¿cómo serán las empresas post pandemia? A mí juicio, si algo aprendimos de esta pandemia, con la cual deberemos convivir mucho tiempo, las empresas serán más productivas, con nuevos procesos orientados al mundo digital y de las RRSS, donde se deberán modificar los procesos de control para focalizarlos en la productividad y a modificar muchos de los otros procesos de la empresa y, si logramos hacerlo, será un avance muy importante, dado que este cambio igualmente se iba a producir, pero no se producía por un tema generacional. Estoy convencido que los jóvenes, aún sin pandemia iban hacia estos cambios, por lo cual, si lo aprovechamos podemos adelantar estas modificaciones entre 5 y 10 años.

En suma, para finalizar, las empresas post pandemia no dependen de cuando finalice la pandemia, ya aprendimos la lección, ahora dependen de nosotros…

Horacio.alvarellos@ibfnegocios.com

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