Inés Ponce De León y Cristina Malde nos cuentan acerca de los orígenes del Mami Hockey azulgrana, de lo que ha crecido dentro del club, del aspecto competitivo y social del deporte y de cómo les cambió la vida volver a jugar.
¿Cómo surgió la iniciativa de crear el equipo de Mami Hockey de Old Girls?
Cristina Malde: “La iniciativa surgió en 2009 porque en su momento hubo que crear un equipo para presentarse a un torneo para recaudar fondos para las Cimarronas. En mi caso particular, yo había dejado de jugar al hockey a los 25 años, me fui al campo y me alejé, solo concebía este deporte desde la parte competitiva. Cuando venía a Montevideo me decían que me acerque a jugar en otros y siempre dije que no priorizando a mi familia, pero un día Marianne Faget me llamó y a varias más para formar el equipo de Mami Hockey con el fin de participar de ese torneo puntual y dije que sí. Ese día llegué a mi casa y me puse a conseguir palo, pollera, agarré la remera de mi hijo prestada. Después llegó el campeonato estuvo buenísimo; recuerdo que fue en el St. Patrick’s en cancha de pasto y estaban todas las chicas de las Cimarronas vendiendo cosas afuera. Ese día volvía a agarrar el palo de hockey y nunca más lo solté”.
“Desde aquel momento fui hablando con conocidas, con chicas que capaz que en su momento no jugaban tanto pero les gustaba esa idea de jugar no de forma tan competitiva, empezaron a entusiasmarse y nos empezamos a juntar para jugar partiditos. Ahí fue tomando forma y en el 2010 ya empezamos a instalarnos en el club, teniendo que ser socias para poder jugar y practicando en el club los lunes y miércoles con Peti como entrenador. En el 2012 empezamos a competir bajo el nombre del club”